martes, 8 de diciembre de 2015

Comentario de texto

Dios, la esencia de la inteligencia



En este fragmento de  La esencia del cristianismo, capítulo 3 el filósofo Feuerbach nos plantea una idea, la cual nos dice que Dios no es el hombre, el hombre es diferente a Dios.
En este fragmento, se pueden diferenciar dos grandes párrafos, en cada cual el autor nos expone distintas ideas.

En el primer párrafo (1-10), Feuerbach nos proporciona distintas diferencias entre el hombre y Dios, el cual posiciona como un ser perfecto y al hombre como un ser imperfecto. También expone que la discordia no es entre Dios y el hombre sino entre el hombre y su propio ser en cuanto a la oposición.

El segundo párrafo (11-14), es donde el autor define a Dios como esencia objetivada de la inteligencia, una esencia pura, perfecta, impecable y divina. Es por ello que Dios es un ser perfecto. La inteligencia no es lo mismo que el corazón, la inteligencia ni siente ni padece y por eso no tiene la más mínima debilidad como ocurre en el corazón. Feuerbach expone que los hombres de pura inteligencia  representan y personifican la esencia de la inteligencia. Estos no presentan sufrimientos ya que en ellos no tiene cabida las debilidades del corazón. Como bien dice el autor, la inteligencia es un ser neutral e indiferente que existe en nosotros y solo un hombre con la inteligencia necesaria es capaz de juzgar y obrar en contradicción con sus sentimientos más caros.

En conclusión, la idea principal del texto la cual Feuerbach nos quiere transmitir es que ni Dios es el hombre, ni el hombre es lo que es Dios. Dios es producto de la imaginación del hombre y no hay más Dios que el propio hombre.